CIUDAD DEL VATICANO — El nombramiento de un controversial obispo en Chile se hizo después que una cuidadosa revisión no encontró “razones objetivas” para prevenir que el obispo Juan Barros se encargara de la Diócesis de Osorno, dijo la oficina de prensa del Vaticano.
El obispo había sido acusado de encubrir a un sacerdote conocido por haber cometido abuso sexual; unos 3,000 manifestantes se reunieron fuera y dentro de la catedral de Osorno el 21 de marzo para protestar su instalación como obispo.
“La Congregación para los Obispos examinó cuidadosamente la candidatura del prelado y no encontró razones objetivas para descartar el nombramiento”, dice la declaración del Vaticano del 31 de marzo.
Los manifestantes reclamaban que obispo Barros fue cómplice en el caso de padre Fernando Karadima, a quien el Vaticano encontró culpable de abuso sexual de menores en el 2011 y se le ordenó “retirarse a una vida de oración y penitencia”.
El obispo Barros negó tener conocimiento alguno de los crímenes de padre Karadima.
No obstante, varios miembros laicos de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores criticaron su nombramiento a Osorno.