ROMA — Carmen Hernández, cofundadora del Camino Neocatecumenal, murió en Madrid el 19 de julio a la edad de 85 años.
Junto con Kiko Argüello, ellos fundaron el programa de formación de fe con base en las parroquias durante la década de 1960 como una manera de profundizar la fe de la gente y evangelizar a aquellos que normalmente son excluidos de la sociedad.
Hernández, Argüello y padre Mario Pezzi sirvieron como los líderes de el Camino Neocatecumenal a nivel internacional. Hay comunidades neocatecumenales en 120 países de todo el mundo.
Nacida en Olvega, España, el 24 de noviembre de 1930, Hernández recibió título en Química y trabajó durante un tiempo en una compañía grande de alimentos que su familia fundó y operaba. Sin embargo, poco después ella se fue para unirse a las Misioneras de Cristo Jesús para hacer trabajo misionero en el extranjero. Ella también recibió título en Teología.
Inspirada por el trabajo del Segundo Concilio Vaticano, Hernández entonces pasó dos años en Israel profundizando su comprensión de las Escrituras y la importancia de la catequesis.
De regreso a España, ella conoció a Argüello y ambos, inspirados por el beato Charles de Foucauld, procuraron estar presente entre los pobres, según Radio Vaticana.
Aunque normalmente rechazaba títulos y premios honoríficos, Hernández, junto con Argüello, aceptaron un título honorífico de la Universidad Católica de América en Washington en el 2015 en reconocimiento por “su devoción a los pobres y la buena obra que han hecho por la iglesia”, según la sede de internet de la universidad.
Su Misa fúnebre había de celebrarse el 21 de julio en la catedral de Madrid, celebrada por el arzobispo Carlos Osoro Sierra.
El papa Francisco habló con Hernández por teléfono el 1 de julio para ofrecerle ánimo durante una audiencia privada con Argüello y padre Pezzi, según un comunicado de prensa del Camino Neocatecumenal.
Durante una entrevista con Radio Vaticana el 20 de julio, Argüello dijo que Hernández fue un modelo importante para muchas jóvenes. “Ellas dicen que fue gracias a Carmen que encontraron orgullo en ser mujer”, él dijo.
“Ella siempre hablaba sobre la importancia de la mujer en la iglesia” y cómo ellas figuran prominentemente en la Biblia, él dijo. Ella le pedía personalmente a mujeres jóvenes considerar la vida monástica, él dijo, añadiendo que más de 4,000 mujeres jóvenes del Camino Neocatecumenal son ahora monjas en claustro.