CIUDAD DEL VATICANO — Durante un almuerzo que fue parte reunión y parte informe de progreso, el papa Francisco invitó a 21 refugiados sirios a unírsele en el Vaticano el 11 de agosto.
Los invitados al almuerzo del papa incluyeron 12 refugiados — tres parejas casadas y seis niños — que el papa Francisco trajo consigo a Roma desde Lesbos, Grecia, en abril y otros nueve refugiados sirios que llegaron a Roma a mediados de junio con ayuda del Vaticano.
Aunque el Vaticano está cubriendo los costos de vida de los 21 refugiados, ellos están siendo alojados y reasentados por la Comunidad de San Egidio, comunidad laica con sede en Roma. La comunidad administra una gran escuela italiana de idiomas para refugiados, a la cual asisten los refugiados sirios.
Greg Burke, portavoz del Vaticano, dijo que tanto los adultos como los niños tuvieron la oportunidad de hablar con el papa Francisco sobre el comienzo de sus nuevas vidas en Italia. “Los niños le dieron al Santo Padre una colección de sus dibujos y el papa reciprocó con juguetes y otros regalos”.
Uniéndose al papa Francisco y los refugiados para el almuerzo en la casa Santa Marta, donde vive el papa, estuvieron el arzobispo Angelo Becciu, alto oficial en la Secretaría de Estado del Vaticano; Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, y otros miembros; Domenico Gianni y otros dos miembros de la fuerza policial vaticana que ayudaron a traer las familias desde Lesbos hasta Italia.
Algunos miembros de la Comunidad de San Egidio ayudaron al Vaticano a entrevistar refugiados en Grecia y escogieron familias a las cuales los gobiernos griego e italiano les proveería los necesarios documentos de viaje a tiempo para el vuelo papal. De los 21 refugiados, una pareja casada es cristiana y los demás son musulmanes.
