Enfrentar los hechos, aceptar el pasado trae paz, dice el papa

By Carol Glatz | Catholic News Service | September 10, 2018

CIUDAD DEL VATICANO — Las personas deben hacer la paz con sus vidas y con todo aquello a que le huyen, en vez de perderse en el escapismo y la distracción, dijo el papa Francisco.

El Papa Francisco reza durante su audiencia general en la Plaza de San Pedro en el Vaticano el 5 de septiembre. (
(Foto CNS / Paul Haring)

Hay una “industria de la distracción” en toda su fuerza hoy día que pinta el mundo ideal como “un gran patio de juegos donde todos se divierten” y el individuo ideal como uno que “hace dinero para poder divertirse y encontrar distracción” en las “vastas y diversas vías del placer”, él dijo durante su audiencia general semanal del 5 de septiembre.

Tal actitud lleva a “insatisfacción con una existencia anestesiada por la diversión, que no es descanso sino separación y escape de la realidad”, el añadió. “La gente nunca había podido descansar como lo pueden hacer hoy día y sin embargo la gente nunca se ha sentido tan vacía como se siente hoy día”.

El papa continuó su serie de charlas de audiencias sobre los 10 Mandamientos enfocándose en mantener sagrado el día del Señor.

Él dijo que este parece un mandamiento fácil de cumplir, pero no lo es porque la gente debe reconocer que hay un tipo de descanso falso marcado por actitudes de evasión y distracción, lo cual es estar en paz con y dar gracias por el don de la vida.

Después que Dios hizo el cielo y la tierra él descansó, haciendo sagrado el séptimo día. Este día refleja “la alegría de Dios por todo lo que creó. Es un día de contemplación y bendición” y adorar, no de escaparse, dijo el papa.

“Es tiempo de mirar la realidad y decir “¡qué hermosa es la vida!”, él dijo. “A la idea del descanso como escapar de la realidad el mandamiento responde con el descanso como bendecir la realidad”.

Él dijo que de hecho, la Eucaristía, que yace en el corazón del domingo, significa “dar gracias”; es un día para agradecerle al Señor su misericordia, sus regalos y el don de la vida.

Él añadió que el domingo es un día para aceptar la vida de uno, para encontrar paz dándose cuenta que la vida no es fácil “pero es preciada”.

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